La Comisión de Justicia del Senado de Brasil vota hoy si autoriza casinos y bingos

La Comisión de Constitución y Justicia del Senado de Brasil votará esta tarde si autoriza el proyecto de ley (PL) 2.234/2022. que autoriza el funcionamiento de casinos y bingos. Así lo ha indicado el Senado de Brasil. 

En la reunión del pasado miércoles (12), el senador Irajá (PSD-TO) incluso presentó un nuevo informe y, ante los desacuerdos sobre el tema, el presidente de la Comisión, Davi Alcolumbre (União-AP), decidió posponer la discusión y el análisis para el miércoles de esta semana.

El PL 2.234/2022, de la Cámara de Diputados, fue presentado en esa Cámara en 1991. En el Senado está en trámite desde 2022, sin consenso para la votación. El texto permite la instalación de casinos en centros turísticos o complejos integrados de ocio, como hoteles de alta gama, restaurantes, bares y lugares para reuniones y eventos culturales. Hasta la fecha se han presentado 38 enmiendas al asunto.

Según la propuesta, se autorizará la instalación de casinos en centros turísticos o complejos integrados de ocio, es decir, hoteles de alta gama con al menos 100 habitaciones, además de restaurantes, bares y lugares para reuniones y eventos culturales. Habrá un límite de un casino en cada estado y en el Distrito Federal, con excepción de São Paulo, que podrá tener hasta tres casinos, y Minas Gerais, Río de Janeiro, Amazonas y Paraná, que podrán tener hasta dos cada uno, debido al tamaño de la población o el territorio.

También podrán instalarse casinos en embarcaciones marítimas (con un límite de diez, en todo el país) y en embarcaciones fluviales con al menos 50 salas, dentro de los siguientes límites: un casino en cada río con una longitud entre 1.500 y 2.500 kilómetros; dos en cada río con una longitud entre 2.500 y 3.500 kilómetros y tres en cada río con una longitud superior a 3.500 kilómetros. Los buques fluviales con casino no podrán permanecer fondeados en el mismo lugar durante más de 30 días seguidos.

Para funcionar, cada casino -definido como un lugar donde se juegan juegos de azar o de habilidad mediante apuestas en ruletas, cartas, dados o máquinas de juego- deberá demostrar un capital social desembolsado mínimo de al menos cien millones de reales. La acreditación tendrá una vigencia de 30 años, renovable por el mismo período.

Durante un discurso en el pleno la semana pasada, el senador Irajá dijo que el texto tiene como objetivo promover el turismo, impulsar la economía y garantizar la seguridad y transparencia en las actividades de juego. Precisó que la propuesta tiene potencial para generar R$ 44.000millones en inversiones y crear 700.000 empleos directos, además de duplicar el número de turistas extranjeros en el país.

“Cada unidad de la federación tendrá la oportunidad de albergar al menos un complejo turístico integrado, lo que permitirá que el capital turístico se distribuya de manera uniforme y equitativa por todo el país. Debemos ser conscientes del impacto positivo de esta propuesta y que, sobre todo, daremos un paso importante hacia la modernización y transparencia de nuestro sistema de juego, diversión y ocio”, afirmó el ponente.

El senador Irajá también destacó que el texto establece reglas específicas para diferentes tipos de juegos. Mencionó que existen estrictos mecanismos de control financiero y medidas contra el crimen organizado. Además, destacó que se creará una política nacional enfocada en la prevención y tratamiento de la ludopatía.

En la última reunión de la CCJ, los senadores contrarios a la propuesta afirmaron que el permiso no traerá ninguna ventaja económica al país y promoverá consecuencias negativas, como alentar la comisión de delitos como el lavado de dinero y la evasión fiscal.

“La propia Organización Mundial de la Salud considera la ludopatía [adicción al juego] una enfermedad cada vez más grave, que ha devastado puestos de trabajo, porque la gente empieza a perder productividad; Ha devastado a la familia, porque la persona comienza a perder a sus seres queridos, quienes comienzan a sufrir los impactos de la adicción. Esto genera criminalidad”, afirmó el senador Eduardo Girão (Novo-CE).

En opinión de estos senadores, Brasil no está preparado para esta autorización, ya sea por la falta de órganos de control que supervisen los casinos y bingos, ya sea por el aumento de la delincuencia y la aparición de nuevos problemas sociales. Citan como posible consecuencia del lanzamiento del juego el aumento de la dependencia del alcohol y las drogas, además de fomentar la prostitución.

“No queremos la aprobación del juego en nuestro país, no queremos la posibilidad de lavado de dinero para el tráfico de drogas, no queremos la posibilidad de evasión fiscal, no queremos la posibilidad de que la sociedad brasileña se hunda profundizar aún más los problemas de deuda”, declaró el senador Carlos Viana (Podemos-MG).